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Amigos

Amigos Cuando los griegos hablaban de ocio, estaban muy lejos de referirse al tiempo de descanso o al espacio reservado para los placeres de la diversión o del juego. El ocio era en aquel entonces (y debería seguir siendo hoy) el tiempo dedicado a reunirse con los amigos a charlar, a discutir filosofía, a escuchar sus ocurrencias y a compartir las ideas más profundas y las más banales también. Era el tiempo que los hombres compartían sin dedicarlo al negocio ni a la política, ni a los problemas materiales...

Vivimos en un tiempo donde los fines de semana y hasta las pequeñas escapadas de puente, se transforman cada vez más en una desenfrenada persecución detrás del placer instantáneo. Hay que levantarse temprano para disfrutar del día, hay que correr al club para poder jugar al tenis, hay que salir disparado para poder llegar primero y conseguir el mejor lugar, hay que comer en dos minutos para poder ir a la playa..y hay que terminar a tiempo cualquier cosa que estemos haciendo porque todos queremos que no nos atrape el tráfico para llegar a tiempo otra vez de ver la peli que todo el mundo dice que no nos podemos perder.
Y por no perdernos de nada, nos perdemos de nosotros, nos perdemos de los otros, nos perdemos del ocio, nos olvidamos de nuestros amigos y de nuestro verdadero crecimiento. Ese que nunca sucede si no somos capaces de compartirlo con ellos.
Compartir, por ejem, este antiquísimo cuento:

-- "Un hombre es atrapado por una terrible tormenta de viento y lluvia mientras atraviesa el desierto. Ciego de rumbo y luchando contra la arena que le lastima la cara, avanza con gran dificultad tirando las riendas de su caballo y controlando de vez en cuando a su perro. De pronto, el cielo ruge y un rayo cae sobre los tres matándolos en el acto..
La muerte ha sido tan rápida y tan inesperada, que ninguno de ellos se da cuenta, y siguen avanzando, ahora por otros desiertos, sin siquiera notar la diferencia.
En el cielo la tormenta se disipa y rápidamente un sol abrasador comienza a calentar la arena haciendo sentir a los caminantes la urgencia de reposo y agua.
Pasan las horas, nunca anochece.. El sol parece eterno y la sed se hace desesperante.
De pronto el hombre ve, adelante, como un ojo de agua, palmeras, sombra y los tres corren hacia allí.
Al llegar descubren que el lugar está cercado y que un guardia cuida la entrada debajo del portal que dice; Paraíso.
El viajero pide permiso para pasar a beber y descansar y el guardia contesta:
-Tu puedes pasar desconocido, pero tu caballo y tu perro deben quedar afuera.
-Pero ellos también tienen sed y además vienen conmigo -dice el hombre.
-Te entiendo -contesta el guardia- pere éste es el paraíso de los hombres, y aquí no pueden entrar animales, lo siento.
El hombre mira el agua, y la sombra.. Está agotado.
-Así no, así no.. -dice.
Toma las riendas de su caballo, silba a su perro y sigue caminando.
Unas horas, unos días o unas semanas más adelante; el grupo encuentra un nuevo oasis. Al igual que el otro está rodeado de una cerca, al igual que aquel está custodiado por un guardia. Hay un cartel; Paraíso.
-Por favor -dice el hombre- Necesitamos agua y descanso.
-Claro, adelante -dice el guardia.
-Es que yo no entraré sin mi caballo y sin mi perro -advierte el hombre.
_Claro, A quién se le ocurre. Todos los que llegan son bienvenidos - contesta el guardia.
El hombre agradece y los tres corren a hundir su cara en el agua fresca.
-Pasamos por otro Paraíso antes de llegar aquí -dice el viajero, después de un ratito- pero no me dejaron entrar con ellos.
-Ahh si... -dice el guardia- Ese lugar es el infierno.
-Pero que barbaridad -se queja el hombre- deberían ustedes hacer algo para sacarlos del camino al paraíso.
-No, -dice el guardia- en realidad nos hacen un gran servicio. Ellos evitan que lleguen hasta aquí todos los que son capaces de abandonar a sus amigos..."

5 comentarios

Corazón... -

Hola Azzura :-)

Precioso cuento, me encanta! La amistad... Es un tesoro de incalculable valor, los amigos se cuentan con los dedos de una mano, así que aquéllos que nos ofrecen su amistad sincera, no seran capaces de abandonarnos ni en los momentos más criticos de la vida, siempre estaran con nosotros a nuestro lado :-)

Saludos y besos.

;o)

NADA -

Estoy de acuerdo contigo y me encanta el cuento... Creo que la amistad es uno de los mayores tesoros y no conservarla nos puede sumir en el infierno de la incomunicación y de la soledad, esa en la que cada vez más nos sumergimos los seres humanos, esa soledad del confort mal entendido porque no se disfruta de él, simplemente se pasa a través de él.

Besitos :)

Gema -

Anda que sorpresa, the wonders nos ha votado, y eso que no tenemos el botón para votarnos. Muchas gracias the wonders.

Es precioso el cuento azzurita, como todos los que nos regalas.
Besos cariñet

Trini -

Hola Azzura que hermoso cuento, no lo conocia pero me ha encantado estos antiguos cuentos narran verdades como puños.

Un beso

the wonders -

Entro un momentito en tu espacio para deciros que ya os he votado en el concurso de los 20 minutos. Que haya suerte!